A finales de Agosto del 2023, cuando la temporada de recolección de trufa negra iba llegando a su fin, tuve la oportunidad de participar en unas jornadas de formación para la Asociación de truficultores de Chile. En cinco días recorrimos prácticamente todas las regiones donde se ha desarrollado este cultivo.
La Asociación de Truficultores de Chile ha publicado un resumen de esta intensa semana y de las distintas visitas que realizamos que podéis leer en este documento:
Encuentros ATCHILE agosto 2023 rr.ss.
De una manera u otra he estado involucrado y seguido de cerca como la truficultura chilena se iba desarrollando desde mi primera visita en el 2005 y la última en 2019, antes del Covid. Es un placer ver cómo varias de las plantaciones que iniciamos, ya son maduras y productivas. Chile, igual que pasa en Australia, presenta unas curvas de producción muy buenas, es decir, las plantaciones entran en producción pronto, pero no pasan a producciones comerciales hasta ciertos años y es ahora, con plantaciones que ya llegan a los 15 o 16 años que han «reventado» con producciones sorprendentes. Por tanto el gráfico que utilizamos en este mismo blog hace unos meses, ya se queda corto, pues Chile debe haber superado ya las 6 toneladas producidas en 2023:
Muy a menudo la diferencia entre una plantación de producción media (40-80kgs/ha) y otra muy buena (150-200kgs/ha) no es el número de trufas recolectada, sino que está más relacionado con el peso medio de las trufas recolectadas. Es fácil que en el primer caso tengamos pesos medios de 50gramos/trufa y que en el segundo éste sea de 150g/trufa.
¿Qué factores creemos influyen en el peso medio de las trufas recolectadas?
Nosotros creemos que tiene mucho que ver con el denominado período de cultivo (growing season en inglés). Por poner un ejemplo de una zona trufera por excelencia en España, en Sarrión ésta es de 210 días:
mientras que si comparamos con la zona que más trufa produce en Australia, Manjimup, ¡es de 349 días! con inviernos muy suaves y veranos no tan extremos como en el centro de España. En un clima así, los árboles pueden producir muchos más azucares y engordar más kilos de trufas en el suelo.
o en Chile en las zonas más centrales, de 292 días, pero más corta a medida que vamos al sur:
Otro de los factores que seguro favorecen altas producciones, son los suelos, mucho más ricos, orgánicos y sueltos. Los elevados contenidos en materia orgánica, aunque a veces con alto contenido en arcilla, deja un suelo negro, suelto, donde las trufas engordan sin problema, dando además un elevado porcentaje de trufa redonda extra.
Otro motivo es que todos estos proyectos parten de un suelo ácido que debemos corregir con elevadas cantidades de caliza (a menudo por encima de las 80 tonelasdas/ha). Como norma utilizamos unas 3tm/ha para subir cada 0,1 punto de pH. Este cambio drástico en el suelo hace que muchos hongos micorrícicos nativos no puedan desarrollarse bien en las nuevas condiciones de pH alto, teniendo menos problemas de hongos contaminantes. Tal y como observaron Benuci et al hace ya unos años:
La radiación es otro factor, que además nos va a condicionar la plantación, en densidades, poda y dosel final. En esta figura a continuación se puede observar cómo dos plantaciones maduras y altamente productivas, de Quercus ilex, presentan una cobertura arbórea distinta: más cerrada con sombreo en la que esta más al norte, con mayor radiación y altas temperaturas en verano. Mucho más abierta y soleada en la plantación más al Sur, con menor radiación y clima más frío.
Tras estas notas sobre la truficultura en Chile, quería agradecer a la asociación la invitación y acogida, en especial a Javier Rozas y Rafael Henríquez por la organización y las largas charlas en coche y a Carlos Weber, Loreto Allende y Carlos Larraín por hospedarme en su casa.
Marcos Morcillo
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