Estamos en plena campaña de muestreo de raices, micorrizas y para cuantificar micelio de trufa en suelo. Esta semana fui a tomar muestras a una plantación de tufa negra en el pirineo catalán, a casi 1200 msnm. Que me sorprendió muy gratamente. Así que con permiso de Joan, su propietario os muestro una imágenes…
Con el objetivo de obtener ingresos en los primeros años de la plantación, antes de la entrada en producción de trufas, combina este cultivo con lavanda y salvia, la que ahora podéis ver en flor, pues en la zona la lavanda o espliego lo hará en julio. Tanto las hojas como las flores tienen varios usos y aplicaciones en la industria cosmética, deshidratadas o en esencia. Él se hace por ejemplo su propio champú de salvia.

La planta de lavanda va reduciendo poco a poco la producción de flores a los 9-12 años, momento en el que se tiene dos opciones: renovar la plantación o retirarla, teniendo en cuenta que se entra en el periodo en el cual la plantación trufera empieza a funcionar.
Se plantan filas de Lavandula sp. (a ser posible, de un género y variedad nativos de la zona y con buenas caracterís- ticas aromáticas). La lavanda evitará que el espacio sea ocupado por vegetación adventicia que sea capaz de competir con las plantas de encina micorrizada. No obstante, el control de sta vegetación es complejo en un cultivo ecológico, donde la esencia de lavanda aumenta su valor de manera considerable. El escarde debe ser manual y estar controlado con plásticos en el suelo, lo que encarece los costes y reduce el beneficio neto.

Tras el primer año se repuebla la plantación con encinas micorrizadas con trufa negra.

Al tercer año, se traen colmenas que aprovechan los picos de floración de la lavanda. Cada año, la lavanda se siega para su destilación y su posterior venta de aceite esencial (con un rendimiento económico que es dos veces superior a la cebada y que no depende de las subvenciones europeas). Además, se aconseja que los productores procedan a su destilación (asociados o en cooperativa), de forma que aumente su margen de beneficio al reducirse el número de intermediarios.

Durante el primer año se obtienen entre 10-20 gramos de flores por planta, entre 200-300 gramos el segundo año y entre 600-800 gramos el tercero. La proporción de esencia se sitúa entre el 1,5-2 % del peso de la flor. Las rentas anuales en el caso de un cultivo ecológico a partir del cuarto año superan los 900 € brutos por hectárea, gracias a la venta de esencia destilada de lavandín y miel. 

Saludos,
Marcos,