Hace un tiempo comentamos como en una plantación de trufa negra, los primeros años parece ser recomendable regar la mitad de la evapotranspiración ¿pero cómo debemos regar la plantación de cara a la producción de trufas?

La trufa es un hongo adaptado a condiciones de falta de agua, lo observamos en su tolerancia a la sequía de verano, que parece estar alrededor de 25-28 días sin lluvias, dependiendo del tipo de suelo. Un suelo seco, poroso y pobre facilita el desarrollo de raíces largas poco ramificadas, favorables a la trufa. Este estrés hídrico, a su vez, favorece la producción de ligninas y taninos, que posteriormente pueden ser utilizados por el micelio de la trufa.
Si comparamos las estadísticas de precipitación y producción de trufas vemos que buenas producciones se correlacionan con pluviometrías del orden de 150 mm entre junio y agosto.También nos indican que cada etapa en el desarrollo de la trufa tiene sus necesidades hídricas:
− Entre abril y mayo el riego sólo es necesario si el invierno ha sido muy seco, para mantener las reservas de agua en el suelo. Un exceso de lluvia en este período parece desfavorable a la formación de primordios de trufa. Algunos trabajos comentan como un par de semanas secas a finales de abril son favorables.
− Junio parece el mes más delicado, tanto en la falta como en el exceso de agua. Si el suelo ya está húmedo un acolchado puede ser suficiente. Las necesidades hídricas en julio no parecen ser limitantes, un mes de julio sin lluvia, incluso hasta el 15 de agosto no parece ser nefasto. Si ya ha llovido en junio podemos limitarnos al acolchado. Por el contrario, si este mes ha sido seco debemos regar abundantemente (30-50 mm).
− A partir del 15 de agosto hasta mediados de septiembre, las estadísticas nos dicen que si no ha llovido, el riego es imprescindible. En este período no parece haber problemas por exceso de agua, por lo que podríamos regar a dosis entre 25- 50 mm cada 10-20 días.
− A partir de mediados de septiembre un exceso de agua parece afectar la producción de trufas. De la misma forma, un otoño excesivamente seco, puede provocar un retraso en el inicio de la temporada y una mediocre campaña de recolección, que es lo que nos ha pasando en los últimos años en nuestra zona, con buenas tormentas de verano seguidos de otoños o inviernos secos.
En un estudio de nuestro equipo, en el que hemos cuantificado el micelio de trufa negra con técnicas moleculares a 40cm i a 100cm del tronco del árbol en una plantación con gota a gota, vimos cómo a 40cm la cantidad de micelio de trufa era de 8mg/g de suelo, mientras que a 1m había disminuido 1000 veces, hasta 0,008 mg/g.
El gota a gota en los primeros años hace un uso mas eficiente del agua pero favorece que el micelio de la trufa se quede en la bolsa de humedad bajo el gotero y no se expanda. Un ejemplo práctico sería instalar en los primeros años microaspersores  de caudal y diámetro regulables, con le objetivo de favorecer que el micelio de la trufa se expanda rápidamente en el suelo. Con los años podemos pasar a microaspersores de 35 l/h y diámetro de 4 m (en plantaciones de alta densidad), a dosis de 6 horas cada 10 días. El agua que así recibe el suelo es de unos 16 l/m2.  Al cabo de 5-7 días miramos la humedad del suelo y si está por debajo de 8 cm de la superficie, volveremos a regar.
Saludos,
Marcos