
Efectivamente Josep, el Oregon Truffle Festival está camino de un congreso técnico en truficultura y un festival gastronómico, yo incluso diría que tiende a lo segundo. Es decir que nos hemos puesto las botas comiendo trufas de todas las formas imaginables 🙂 (hasta en el cocholate caliente del desayuno). Con tres cenas de gala y dos comidas trufadas entre las ponencias técnicas y las salidas de campo, en hotel de 5 estrellas. Vale la pena comentar que no está al alcance de todos los bolsillos, (1000$ el paquete completo, epicúreo, como ellos le llaman), aunque participan casi 400 personas. En general la organización ha sido excelente y no tiene nada que ver con las ferias de aquí, no por la organización , sino que aquí van más encaminadas al desarrollo rural, con un público objetivo muy distinto.
Debo decir que uno de sus objetivos es dar a conocer las trufas nativas de esa zona y por ello prácticamente todos los platos son con trufa de Oregon. por otro lado intentar cambiar el hábito de recoger las trufas con rastrillos y por ello hacen cursos de entrenamiento de perros (el hotel estaba lleno de Laggotos).
En la foto superior «pera asada caramelizada, pastel de roquefort, nougatina de nuez, reducción de miel balsámica y helado de trufa negra».
En la foto que sigue: «mousse de rizoma de girasol con trufa blanca,confit shallot, crispy anchoas, arugula, basil, golden beet y cuajada de limón»
¿Y que tal son, las trufas? ¿Buenas, mejores, peores, horribles, deliciosas? Ten en cuenta que muchos no tendremos la oportunidad de catarlas …
La trufa blanca de Oregon me pareció deliciosa (más que la negra de Oregon), con un olor mucho más persistente que Tuber borchii o similares. El bianchetto (borchii) tiene un olor a gas, que se pierde muy rápido, a diferencia de la trufa melanosporum, muy incisivo y persistente.
La trufa negra de Oregon cuando la olía sin cortar, me recordaba a Tuber brumale, incluso algunos ejemplares muy maduros a melanosporum, pero al cortarla, de dentro olía más afrutada, alcohol, incluso, como decía mi compañero Xavier -huele a pegamento Imedio- 🙂