La campaña de trufa negra se presenta buena en varias zonas de Cataluña. Esta semana estuvimos en una plantación de 11 años donde se instaló el riego a finales de julio y parece que llegó a regar a tiempo para que las trufas formadas no se secaran, aún y el excesivo calor de ese mes en Barcelona.
Esta plantación en concreto, que dió su primera trufa al quinto año, no disponia de sistema de riego y eran muy pocos los árboles en producción y las cosechas aleatorias de año en año. Hace dos temporadas a la salida del invierno se aplicó un sustrato experimental con esporas para añadir el sexo complementario necesario para la fructificación, más un conjunto de bioestimulantes y bacterias de las que estamos realizando el seguimiento en el suelo, cuantificando la concentración de micelio a lo largo del año y analizando la biodiversidad dentro del quemado, que es sorprendente (En otro post os hablaré de estos resultados)…
El sustrato se esparció en el borde de avance del quemado y se pasó un motocultor por encima para incorporarlo al suelo.
Esta semana contamos ya chapas (trufas superficiales) en un 70% de las encinas, lo que promete una buena temporada a parte de representar un incremento exponencial de los árboles que han entrado en producción.
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