Esta semana hemos estado visitando diversos proyectos de truficultura en las zonas centrales de Chile, especialmente en la sexta y séptima región. Os muestro un par de imágenes de una de estas plantaciones, mixta de encina (Quercus ilex), roble (Quercus robur), avellano (Corylus avellana) y el roble nativo de la zona central (Nothofagus oblicua). Este último puede ser un huésped interesante como árbol autóctono para el cultivo de la trufa negra. Por el momento los niveles de micorrización en Nothofagus son adecuados y en la imagen (árbol sin hojas en primer plano) podéis ver el desarrollo del quemado, pero aún es pronto para ver cómo funciona a nivel de producción de trufas.
En esta plantación el pH del suelo se había subido a 7.5 inicialmente, pero 7 años más tarde está entre 7-7.2, por lo que aunque los quemados son patentes, se aconseja encalar nuevamente.
Saludos desde Chile,
Marcos Morcillo
[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]