La regla de oro es que cuanto mas jóvenes sean las plantas, mejor aceptan las micorrizas y más inmediatos son los efectos. Por eso se recomienda añadir las micorrizas desde la semilla, o en plantas muy jóvenes de vivero. Cuanto más tiempo tengan las plantas más grandes se harán y más le costará a la micorriza establecerse por toda la raíz.