Ya utilicé esta imagen en otro post, vero me viene como anillo al dedo:
Hasta hace bien poco yo pensaba que había dos clases de acietes trufados, los que contenian esencias procedentes de trufas y los que contenian aromas artificiales.
Ya hemos hablado en este Blog en otras ocasiones sobre los aromas artificiales de trufa, cuáles son e incluso tan solo hace unos días publicaba una mofa sobre estos aceites artificiales que parece ser se usan en desmesura en algún festival de la trufa en Australia.
Tras leer el artículo de José Carlos Capel en el País, sobre el aceite de trufa y los intereses de las multinacionales, me pregunté hasta que punto tenía razón y he consultado con varias personas que están en el tema. La respuesta inicial de casi todos ha sido la misma: ¡no es cierto! Pero una vez les comentas que sabes de qué va el tema, acaban asumiendo que es cierto y que no hay manera natural de conseguir un aceite trufado en base a trufas. Y que lo mismo es extrapolable a la mayoría de productos trufados (rissotos, pastas, alcoholes, etc) aunque en algunos de ellos se añada algo de trufa deshidratada o liofilizada (pero que parece ser no es de donde proviene el aroma del producto final). Y en el caso de los productos trufados con trufa blanca, habitaualmente la trufa que llevan son del tipo Tuber maculatum o puberulum… (me he molestado en analizar alguna muestra al microscopio). Vale la pena comentar que esto no sirve para el caso del jugo de trufa que se extrae de cocer las trufas y con amplios usos en indústria…
En esta Carta de la asociación de recolectores de trufa italiana al ministro de agricultura de su país contra los aceites trufados artificialmente, su presidente se queja de: «che siamo i primi esportatori al mondo di oli che di tartufo non hanno nulla”.
Me gustaría saber si alguien tiene más información, nos la comente.
De paso, ¿que opináis de este producto de Tuber magnatum deshidratada? por el proceso parace similar a una liofilización, me da que vamos por el mismo camino, o no:
Como diría Matías Prats (hijo): «esto huele mal»
Saludos,
Marcos Morcillo
Hola, Marcos . Ahora no recuerdo si te expliqué nunca la anécdota que me pasó con el aceite de trufa, pero por si acaso, aquí la dejo:
Una vez, Punto Radio o Onda Rambla, no recuerdo , sé que era una emisora de Luis del Olmo , me pidió una entrevista en directo, para hablar de la trufa . El programa se haría desde un restaurante muy conocido de Tona, El Torre Simón . Como estábamos en plena temporada, aproveché para llevarme los perros y buscar por aquella zona hasta la hora del almuerzo , el programa se emitía a las 4 de la tarde. Mientras comíamos, el cocinero se acercó a la mesa para saludarnos, y entablamos conversación, naturalmente, sobre la trufa . Llegamos al tema del aceite, y él nos trajo una botellita que creo era de Urbani Tartuffi, y nos la dió a oler a todos . Todos coincidían en el intenso aroma a trufa de aquel aceite, yo era la primera vez que veía y olía . ( hará de ésto unos 15 años ). Por más que olía,a mí no me convencía del todo, y les dije que notaba como que le faltaba alguna cosa, no sé explicarlo bien , pero creí que podría distinguir entre los dos tipos de aroma, de la trufa en sí y aquel mejunje . Me acordé de los perros en el coche, y les dije que porqué no hacíamos la prueba con ellos . Llevaba una perra veterana, de unos 6 ó 7 años, y un cachorro de apenas un año, y una trufa en el bolsillo que encontré por la mañana. Fuimos al aparcamiento, en la parte posterior del restaurante, una gran plaza de gravilla , el cocinero vertió aceite de aquél en un rincón del patio, y abrí el portón del coche . Salieron los perros lanzados, y después de hacer fiestas y caricias de rigor, la perra veterana fué a donde el aceite , lo olisqueó, me miró y se fué . Después llego el cachorro : olisqueó, volvió a olisquear , miró a los lados , olisqueó por tercera vez, levantó la pata para escarbar pero no lo hizo . Se fué también . Cogí los perroas, los encerré en el coche, cogí mi trufa del bolsillo y la enterramos no muy lejos del aceite . Abrí el coche, y ésta vez sin saludos ni puñetas, la veterana se fué a la trufa, la desenterró y me la trajo en su boca desde unos 25 metros donde estábamos nosotros y el coche. Me entró una satisfacción inmensa mientras el perro me traía la trufa, y periodista y cocinero se quedaron flipando . Y yo también, claro . No se si desde entonces han mejorado las fórmulas de éstos aceites, pero a los perros no se la dieron con queso .
Me ha hecho ilusión explicaros ésto, ala.
¡Muy buena, si señor!
No se si ahora los perros hubieran hecho lo mismo, si tenemos en cuenta que algunos de ellos ya se entrenan con productos tipo canitruf, hecho de los mismos 'mejunjes' (por usar tu palabra) que llevan los aceites…
Un abrazo,
Marcos