Muchas de las plantaciones truferas que se realizan en pequeños bancales o en medio de zonas forestales, acaban contaminándose con otros hongos micorrícicos provenientes de los árboles (encinas, robles y pinos mayoritariamente) que lindan la plantación.

Debemos tener en cuenta que las raíces de un pino pueden fácilmente llegar hasta 2-3 veces su altura. Es decir, un pino de 15 metros de alto al lado de la plantación trufera, puede tener sus raíces a más de 30 metros del tronco, entre nuestras plantas truferas. Esto provoca que en las plantas truferas más cercanas a veces fructifiquen otros hongos no deseados.


De todas formas no tenemos claro como interactúan todos estos hongos con la trufa. A modo de ejemplo existen otros hongos capaces de producir quemados, como la estrella de tierra (Astraeus hygrometricus), pero también existen quemados productores de trufa que presentan micorrizas de otras setas y trufas. Astraeus también aparece en el margen de quemados de trufa negra sin provocar daños y Scleroderma, que hasta ahora se pensaba que era un hongo contaminante en truferas, podría preparar el medio para la llegada o fructificación de la trufa. Otro hongo, Inocybe fastigiata, es denominado “le truffier” en la Provence francesa.



Para evitar la entrada de las raíces de los árboles de alrededor existen dos opciones: realizar un subsolado en el perímetro de la plantación de trufas cada dos años o bien abrir una zanja perimetral como las que podéis ver la imagen.


Marcos Morcillo

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