Por norma, se empezará a podar en el segundo o tercer invierno, dependiendo del desarrollo del árbol. La encina suele desarrollar dos o tres pies dominantes, que es preferible cortar desde un inicio cuando son jóvenes y todavía tienen un pequeño diámetro. La poda tradicionalmente se ha realizado a finales de invierno, aunque en climas como en Chile o Australia donde el árbol crece demasiado recomendamos la poda en verde en verano, debido a que en esta época se consigue limitar el crecimiento vegetativo del árbol. No obstante, las podas drásticas en verano disminuirán la tasa fotosintética del árbol y su producción de azúcares, que a su vez limitarán el desarrollo del micelio y las trufas que están engordando en ese momento. En general, los árboles de hoja plana aceptan bien la poda entre julio y principios de agosto, lo que permite reducir la carga foliar y también la evapotranspiración en zonas de escasas lluvias.


Hoy en día, se sabe que la trufa extrae del árbol todo el carbono y los azúcares, motivo por el cual es necesario mantener un árbol sano y vigoroso. No se deben realizar podas drásticas que frenen su desarrollo o disminuyan notablemente su capacidad de fotosíntesis. Es por ello que las podas drásticas o en verde se deben realizar sobre todo durante los primeros años antes de la entrada en producción, y a partir de ese momento, realizar podas tan solo a finales de la campaña de recolección de las trufas (salida del invierno), con el objetivo de generar nuevos brotes con hojas nuevas con una tasa de fotosíntesis más elevada.


La encina suele mantener hojas de 1, 2 y 3 años y las últimas básicamente respiran y no fotosintetizan, consumiendo los azúcares que generan las hojas nuevas. Así que compiten por los nutrientes con la trufa. En este sentido recomendamos podar las ramas viejas, especialmente dentro de la copa del árbol, para así airearlo. De esta manera se hace más permeable a la lluvia que mojará el quemado de forma homogénea, si no la encina tiende a actuar como un embudo y recoger el agua y canalizarla y mojar la base del tronco. 


Vigilad con las enfermedades y los tumores como el de la fotografía, posiblemente provocados por un fitoplasma y esterilizad las tijeras de podar, por ejemplo en alcohol, entre árbol y árbol.

Os comento que a mediados de junio estaré de nuevo en California (USA) para muestrear plantaciones truferas. Todavía no hemos cerrado la agenda, así que si algún truficultor está interesado, puede escribirme a  marcosmorcillo@micofora.com.

Saludos,
Marcos Morcillo