Este fin de semana, navegando por la web de la Fundació Mon Rural me he encontrado con el mapa de Camins ramaders a Catalunya.  Os recomiendo los trabajos de esta fundación sobre la recuperación de nuestro pratimonio cultural, como el proyecto «Arrels. conreu de sabers»,  que me recuerda, salvando las distancias, como hace años me gustaba ampliar unos volumenes de Joan Amades, sobre dichos populares tradicionales, recopilando los que me contaban mis abuelos y demás parientes «pagesos».
Los que trabajamos con trufa sabemos que las pocas truferas silvestres quedan en los márgenes de los caminos rurales y  campos de cultivo. Uno de los factores que está causando la pérdida de truferas silvestres, a parte de las sequías prolongadas, es el abandono del medio rural, que como un bucle relaciona todos los otros factores clave con el no cuidado de los bosques. Ya casi nadie extrae leña y menos se volverá a hacer carbón vegetal, los rebaños disminuyen., etc
Si se fomentara el pastoreo de sotobosque, quizás entraría más luz y no se perderían tantas truferas. No me extrañaría que las pocas truferas que perduren queden limitadas a recorrer los mismos caminos que los rebaños en su transhumancia anual. Quizás se podrían encontrar otras sinergias y sumar esfuerzos para que la recolección de trufas silvestres y el pastoreo perduren en el tiempo.
Como decia mi abuela:
Si al març no marceja,
tot l’any li’n passa enveja

saludos,
Marcos Morcillo